EL PIE DIABETICO

La diabetes es una condición en la que hay una alta concentración de glucosa en la sangre. A la larga, esto puede dar complicaciones que afectan al sistema nervioso y la circulación. La diabetes es la principal causa de neuropatía en los países desarrollados, y ésta a su vez, la complicación más común y causa más importante de morbimortalidad en los pacientes diabéticos. La prevalencia de polineuropatía diabética en España es del 22%, incrementándose con la edad, siendo menor del 5% entre los 15 y 19 años y alcanzando el 29,8% entre los 70 a 74 años. Esta complicación está presente en el 14,2% de los pacientes con diabetes con menos de 5 años de evolución y en más del 40% a los 10 años. La presentan el 12,9% de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 24,1% de los tipo 2. El riesgo de aparición de úlceras en los pies es 3 veces mayor en los pacientes con diabetes con polineuropatía comparado con los pacientes sin esta complicación. Existen tres factores fundamentales en la aparición y desarrollo del pie diabético: la neuropatía, la arteriopatía y la limitación de movilidad articular. La combinación de estos tres factores puede llegar a provocar una amputación; por lo que ningún aspecto del régimen terapéutico para el diabético es más importante que el cuidado apropiado de sus pies. La diabetes puede causar problemas en sus pies; incluso una pequeña herida puede tener consecuencias serias. La diabetes puede causar daños en los nervios, lo cual reduce la sensibilidad en los pies. La diabetes también puede reducir el flujo de sangre a los pies, de modo que una herida puede demorar más tiempo en sanar o bien una infección puede ser más difícil de combatir. A raíz de estos problemas, es posible que usted no perciba algún objeto extraño en su zapato; éste podría causar una ampolla o una ulceración y finalmente una infección crónica que concluya en la amputación del pie o incluso de la pierna.

Para evitar estos serios problemas en los pies que deriven en la pérdida de un dedo, pie o pierna, siga las siguientes indicaciones:

-Revise sus pies diariamente. Asegúrese de que no tengan heridas, ampollas, enrojecimiento, hinchazón o problemas de uñas. Utilice un espejo de mano con aumento para revisar la planta de sus pies. Póngase en contacto con su podólogo si nota cualquier anomalía.

-Lave sus pies en agua tibia (¡nunca caliente!). Mantenga los pies limpios lavándolos diariamente. Pero sólo utilice agua tibia; la temperatura que utilizaría para bañar a un bebé recién nacido.

-Tenga cuidado cuando lave sus pies. Lávelos utilizando una toalla suave o una esponja. Séquelos sin frotar, dejando que la toalla absorba el agua o con suaves golpecitos con la toalla.

-Utilice una crema hidratante adecuada diariamente para evitar que la piel seca cause escozor o que se agriete.

-Corte las uñas con cuidado. Córtelas en forma recta y despunte las esquinas. No las recorte demasiado ya que eso podría causar que la uña se encarne. Si tiene alguna inquietud sobre sus uñas, consulte a su podólogo.

-Nunca se corte los callos ni las callosidades. No realice “cirugías de cuarto de baño” ni use almohadillas o parches medicados. Visite a su podólogo para el tratamiento apropiado.

-Use medias o calcetines limpios y secos. Cámbielos todos los días.

-Evite elásticos apretados, ya que reducen la circulación.

-Si se le enfrían los pies durante la noche, use medias o calcetines en la cama. NUNCA use almohadillas eléctricas o bolsas de agua caliente.

-Antes de ponerse los zapatos, sacúdalos y revíselos por dentro. Recuerde: es posible que no sienta una piedra en el zapato, por lo tanto sacúdalos antes de ponérselos.

-Mantenga los pies secos y abrigados. No deje que se le mojen los pies en la nieve o en la lluvia. En invierno use calcetines y zapatos abrigados.

-Nunca camine descalzo. ¡Ni siquiera en casa! Siempre use zapatos, zapatillas o pantuflas ya que podría pisar algo que lo lastime o corte.

-Controle su diabetes. Mantenga bajo control sus niveles de azúcar en la sangre.

-No fume. El fumar restringe la circulación de la sangre a los pies.

-Consulte a su podólogo periódicamente. Hágase revisar regularmente los pies, el podólogo le ayudará a prevenir las complicaciones que causa la diabetes en los pies.

El pie diabético genera un gran número de consultas en podología. Si se tomaran las medidas preventivas que se recomiendan, muchos de los problemas en personas diabéticas relacionados con los pies podrían evitarse. Las personas con diabetes deben realizar controles guiados por un podólogo al menos dos veces al año.